El Krausismo viene del pensador alemán Karl Christian Friedrich Krause (1781- 1832) que en 1811 escribió la obra Ideal de humanidad para la vida. Sin embargo, fue con la traducción, bastante libre y con algunos errores, en 1841 de la obra de Heinrich Ahrens Filosofía del Derecho (París, 1837) cuando los juristas de la época encontraron la doctrina política dentro del liberalismo que buscaban para iniciar una regeneración del país.
Fue Julián Sanz del Río quien lo trajo a España con un afán de sustitución de la filosofía tradicional y de renovación de la cultura y la vida nacional. El Krausismo en España se desarrolló sobre 1840 hasta 1939 y se encaminó hacia temas de filosofía práctica y pedagógica, pero fue en 1876 con la aparición de la Institución Libre de Enseñanza de Francisco Giner de los Ríos cuando se asentó con mayor fuerza el Krausismo en España.
Así, la Institución Libre de Enseñanza se convirtió en un establecimiento privado de enseñanza superior, con el fin de separarse de los métodos oficiales y el dogmatismo. Sobre esto dijo Ahrens (1837) en su libro Filosofía del Derecho, que al Estado corresponde “garantizar libertad plena el desarrollo de las ciencias y de las artes, y no intervenir por sí en el movimiento interior de las doctrinas, de los métodos, del estilo, etc., ni con prescripciones ni con prohibiciones”. De esta manera el Krausismo tuvo una gran influencia ramificándose a distintos centros oficiales de enseñanza media y superior.
Los objetivos del Krausismo son principalmente la conciliación de los conflictos entre tradición y modernidad, y el intento de superar las “Dos Españas” planteando un modelo organicista estructurado en esferas. Para ello, el Estado, según los krausistas debe desarrollarse armónicamente entre individualismo y socialismo. Debe haber universalismo, es decir, abrir las fronteras a las corrientes culturales europeas para superar el atraso cultural español que veían en esa época. Por ello abogaban por reformar tanto al hombre como a la mujer, ya que defendían su igualdad, a través de la educación. Defienden en el hombre una seriedad intelectual que lo convierta en un ser humano ético. En cuanto a la religión, estaban en contra de la uniformidad religiosa aunque respetando las ideas, y a favor de un proceso de semisecularizacuón. Así lo describe Sanz del Río (1860) en su Sistema de Filosofía: “Dios es el todo de todos los seres particulares, es totalmente todo, absolutamente todo” (p. 424) Sin embargo, aunque esto se podría expresar como Panteísmo, según el cual “Todo es Dios y Dios es todo”, Krause lo define como Panenteísmo afirmando que “aún siendo Dios el todo de todas las cosas, éstas no son parte de este todo” por lo que la diferencia radica en el individuo.
Giner de los Ríos (izq.) y Krause (dcha.) |
La filosofía Krausista en sus implicaciones pedagógicas se basa en la libertad de cátedra y en la tolerancia académica, y pretende poner en contacto directo al alumno con la naturaleza y con cualquier objeto de conocimiento (clases experimentales, excursiones…) Todo esto lo llevó a la práctica la Institución de Libre Enseñanza cuyos principios se basaban en la formación como persona libre, en contra del sistema memorista. La educación activa en la que el alumno piensa y reflexiona por si mismo. Una educación integral para crear un hombre armónico, en plenitud de cuerpo y espíritu. Una educación en libertad en la que la libertad del alumno implica la responsabilidad de sus actos. Una educación neutra que implique un ambiente de tolerancia fuera de cualquier religión. Estaban a favor de una escuela unificada en la cual existiera un proceso gradual de educación en la que no se separe por etapas. Favorecían la coeducación, es decir, la no separación por sexos. Creían que la Institución era un complemento en la educación de casa, por lo que la familia influía en la educación del individuo y no estaban a favor del internamiento. Otras de sus ideas eran el rechazo a los exámenes como modo poco fiable de evaluación, la supresión de libros de texto, la limitación de alumnos por aula… La Institución tuvo mucha influencia a lo largo de los años y en Filosofía del Derecho, Ahrens (1837) definió su labor como “educar al hombre en el conjunto de sus facultades principales, la voluntad, la inteligencia y el sentimiento o el corazón.” (p.656)
En mi opinión, el Krausismo tiene ideas en sí innovadoras para la época y la sociedad española y me parece coherente que se apueste por la cultura y métodos más experimentales alejados de doctrinas que no dejaban abrir la mente a nuevas ideas y perspectivas. Creo que todas las ideas que pretendían implantar, sin embargo, vieron limitada su influencia debido al contexto social en el que se desarrollaron. Aún así, viendo la situación desde la actualidad, me parece que su filosofía se pudo quedar estancada en la pedagogía sin llegar a todos los ámbitos de la sociedad necesarios para conseguir el cambio político y social que querían sus seguidores. Quizás veo los krausistas, no al Krausismo como corriente, un grupo de intelectuales liberales que querían mejorar culturalmente al pueblo para sacarlo de su atraso y eso los convirtió en una élite que influyó más en ambientes de enseñanzas medias y superiores que en la base de la educación, también debido al gran analfabetismo de la época. Probablemente por los cambios políticos posteriores y mi desconocimiento de la historia de la educación, no veo una continuidad en las ideas del krausismo hasta nuestros días pero reconozco que hay ideas del en la educación que o bien han perdurado o se han vuelto a implantar como la coeducación, las clases prácticas y el querer acercar la materia al alumno… creo, y es una pena, que en la actualidad, sin embargo, no hay aún una verdadera intención de que haya una gran relación directa del alumno con la naturaleza al margen de los libros y de conseguir que el alumno piense, reflexione por si mismo y se implique en la sociedad como pretendían los krausistas.
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